Alejandro Farfán supo de Erasmus para Jóvenes Emprendedores de oídas a través de familiares y amistades. Como muchas otras circunstancias, una cosa condujo a la otra y, después de presentarse al programa, resultó seleccionado para realizar su estancia en Dublín, Irlanda. Aquí entramos en acción para cruzar los caminos de Alejandro y Elio Laureano, su host. Durante tres meses pasó a formar parte de AIE Ireland, una organización dedicada a facilitar periodos de prácticas en entornos internacionales en el marco del programa de intercambios formativos Erasmus+.
Con tan solo 18 años, Alejandro se embarcó en esta aventura con la que “obtener un valioso conocimiento y experiencia para crear una empresa de éxito, […] además de para aprender inglés”, añadió. Así, una vez llegó a Irlanda fue recibido por Elio como CEO de AIE y se pusieron manos a la obra. Mientras Elio le enseñaba cómo funcionaban las entrañas de su empresa, Alejandro participó en la creación de una comunidad digital que activó con campañas de marketing y la definición de una estrategia digital que fue de gran utilidad para AIE.
Compartiendo, creando, aprendiendo
Esos tres meses en la empresa fueron una especie de escalera en la que Alejandro pudo ir creciendo a medida que avanzaba a lo largo de la organización, ejecutando sus actividades, pero también colaborando en el día a día y los retos asociados a hacer funcionar a una organización. Al principio, empezaron con una campaña promocional que derivó en la creación de una plataforma de venta online, algo con lo Alejando pudo adentrarse en los estudios de mercado, un componente estratégico de cualquier plan de empresa.
Durante el último mes, Alejandro procuró dejar su sello personal como generación zeta. Activó Instagram y TikTok para ampliar la red de alcance de AIE, sumándola a las tendencias y subiéndola al carro de las organizaciones que aprovechan las oportunidades que las personas más jóvenes pueden compartir, abriéndole los ojos hacia nuevos escenarios desde los que explorar al mercado y sus cambios.
Los resultados fueron muy positivos, demostrando que EYE no solo facilita intercambios de personas, sino de experiencias y conocimientos. Para Elio, este fue el instrumento con el que no solo generar una nueva relación profesional, sino de reforzar a su empresa: “Tuve la oportunidad de compartir mis conocimientos y habilidades con Alejandro y, a cambio, pude aprender mucho con él”. Alejandro rememora esos tres meses con gran entusiasmo: “Pude aprender de otras personas emprendedoras. Pero no solo pude desarrollar mis habilidades, sino que hice valiosos contactos que me serán de gran ayuda en mi futuro profesional”.
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